Sabemos
el gran amor que tenía el pueblo celta por la naturaleza en especial por los
arboles a los que creían sagrados.
En
el árbol se hallaban reunidos los cuatro
elementos: el agua que fluye en su interior, la tierra en sus raíces, el aire
que mueve las hojas y el fuego que producido por su fricción.
Al
nacer un niño, los celtas tenían la costumbre de plantar un árbol, el cual se
convertía en el compañero y consejero del recién nacido durante toda la vida.
Por ello, era normal, que cada uno cuidara su árbol.
Al
morir esa persona era enterrada bajo su árbol. Con el tiempo esta costumbre,
hizo que se utilizase la madera del árbol para construir, lo que hoy conocemos
como ataúdes
Los
arboles son las plantas de la Tierra más grandes y evolucionadas en el plano
espiritual.
Meditan
en todo momento y la energía sutil es su lenguaje natural.
A
medida que su dominio de este lenguaje aumente, podrá comenzar a entablar una
relación con ellos.
Le
ayudaran a abrir los canales de energía y a cultivar la calma, la presencia y
la vitalidad.
Usted,
a su vez, puede ayudarles con sus bloqueos y zonas debilitadas.
Es
una relación mutuamente beneficiosa que precisa ser cultivada
Como captar la energía de
los árboles?
Cuando
caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir
la energía que desprenden.
Los
celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían
verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las
hojas moviéndose con el viento.
Los
árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan
herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía
vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra.
Existen
cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles.
Al
revés que con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía
debido a factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga,
nunca que nos descarga.
No
olvidemos que todo ser vivo es energía y al igual que nosotros los árboles
tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye
expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc.
Cada
árbol en concreto te aporta energía porque cada uno tiene una característica,
determinada por su especie, velocidad de crecimiento, entorno.
¿Cómo
captar la energía de los árboles?
La
energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo
físico, es lo que llamamos el aura muy perceptible sensitivamente.
El
árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas
constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden
absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.
Existen
dos formas fundamentales de captarla:
A través de la emanación
áurica del árbol
Su
extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su
situación ambiental.
Bastará
penetrar en su radio de acción.
Este
tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque,
conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a
un ritmo tranquilo y algo profundo.
En
la práctica, esto lo podemos hacer:
1.-
Caminar entre los árboles y escoger alguno que llame la atención.
2.-
Acercarse a él, obsérvalo y captar su energía, no trates de analizarlo
mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.
3.-
Tocarlo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. Reconoce
su fuerza y su influencia en el entorno.
Observar
si es un árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el
colectivo.
Captar
si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es
imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo.
Aceptar
esa energía sin más y preguntarte si deseas recargarte a ti mismo con esa
fuerza.
4.-
Establecer contacto con la energía del árbol mediante tu corazón energético.
Vaciar
tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol.
Capta
su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la
comunicación es energética y no sonora.
Puedes
pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte de energía,
relajarte o aceptar su sabiduría.
5.-
Escucha en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete poniendo tu mano
derecha sobre su tronco.
En contacto directo con el
árbol
Utilizando
las manos:
A
través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy
sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios
puntos de entrada y salida de energía.
La
posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en
el sentido que las presenta el árbol.
Utilizando la espalda:
La
parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral, se encuentra el
canal energético principal del cuerpo.
Apoyando
esta zona en el tronco del árbol absorberemos la energía que emana.
Desde
la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una
fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a
la clase que pertenezca.
En
ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una
enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir
alcanzar nuestro propio equilibrio.
Este
intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las
transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.
En
las técnicas orientales, como el chi-kung, hay una postura que se llama
“abrazar el árbol”.
Esta
posición estática alinea todos los huesos del modo más eficaz posible.
Buddha
se iluminó bajo una higuera.
Jesús
estuvo en el monte de los olivos.
Los
Druidas preferían la fuerza masculina del roble para usar su sabiduría. Los
jóvenes enamorados buscaban el tilo para confiar sus intimidades amorosas
porque representaba el vigor de Venus. De cualquier modo existen diferentes
clases de árboles y es un ejercicio interesante conocer las diferentes energías
que fluyen a través de ellos. Una buena forma de hacerlo es abrazándolos al
mismo tiempo que nos hacemos uno con él.
Cualidades energéticas de
algunos de nuestros árboles:
La Encina y el alcornoque:
son
primos hermanos de la misma especie, son los árboles de la potencia, su aspecto
firme y algo áspero nos muestran un carácter firme y seguro.
Son
árboles robustos, fuertes y protectores con grandes cualidades energéticas.
Buenos amigos a los que acudir cuando se está en baja forma física o en
situaciones de bajo estado de ánimo, ansiedad o inseguridad ya que su energía
nos ayuda a transformarlos en actitudes más positivas y seguras.
Por
ello te proponemos que te acerque a un buen ejemplar, lo abarques con tus
brazos, te fundas con él y luego te relajes sentado a sus pies y dejes fluir su
fuerza.
El olivo: La energía del olivo es
altamente beneficiosa. Al acercarse notaremos una sensación de paz y serenidad.
El olivo es sabio, viejo y amigable y brinda al que se le acerca un apoyo
incondicional.
Al
sentarnos y recostarnos en su tronco su contenido energético ira traspasándose
lentamente a su cuerpo, este incide en seis de los centros vitales más
importantes que posee el ser humano, estos centros son los principales
reguladores y alimentadores de toda nuestra estructura energética, pero donde
posiblemente notará más su efecto es en el cuarto de ellos, situado a la altura
del pecho, sintiendo la necesidad de respirar profundamente y proporcionándole
una sensación de bienestar.
El
olivo alimenta los circuitos mentales, permitiendo que estos se equilibren y
recuperen un ritmo natural.
La ciencia prueba que abrazar árboles es bueno para tu salud
Son muchas
las culturas milenarias que consideran el árbol como parte central de la vida
en la Tierra. No en vano, desde un enfoque evolutivo, los antepasados del ser
humano tuvieron su morada en ellos.
Aquellas creencias se consideran
hoy una rica sabiduría, transmitida a lo largo de generaciones como, por
ejemplo, ocurre con el taoísmo, que considera el árbol una pieza fundamental de
la vida. A ellos les atribuye, además, poderes sanadores.
Hay toda una filosofía alrededor
de esta idea.
Los poderes
terapéuticos del árbol van desde cargarnos de buenas vibraciones hasta su uso
como un remedio para curar dolencias, atribuyendo a cada tipo de árbol unas
propiedades diferentes.
La ciencia lo
demuestra
Más allá de creencias
ancestrales, los científicos también han caído a los fabulosos beneficios del
abrazo verde.
Son muchas
las investigaciones que se han centrado en esta cuestión y un sinfín de
estudios han demostrado que estar en contacto con plantas y árboles es muy
beneficioso a nivel mental y físico.
“Blinded by
Science” recoge los resultados de estos trabajos y en él su autor, Matthew
Silverstone, también comprueba científicamente el poder de los árboles para
mejorar la concentración, aliviar la ansiedad y ayudar a liberarnos de
pensamientos negativos.
Además de la influencia de un
entorno bucólico, los beneficios están relacionados con las vibraciones que
emanan de ellos.
Son
vibraciones casi imperceptibles, pero nuestro organismo las capta, y nos equilibra a nivel biológico.
Simplemente
con estar cerca según Matthew Silverstone, ya se obtienen beneficios. Cuando los
abrazamos cambia nuestra frecuencia vibratoria y entre otras cosas buenas está
la capacidad para aliviar los dolores de cabeza y sus efectos positivos en el
trastorno de hiperactividad, enfermedades mentales y la depresión.
Las
14 especies de árboles que al abrazarlos sanan diversas partes del cuerpo.
1-Los pinos. Los mejores árboles para sanar son los
grandes, en especial los pinos. Los pinos irradian energía Chi,
nutren la sangre, fortalecen los sistemas nerviosos y contribuyen a prolongar la vida.
También alimentan el alma y el espíritu. Los pinos son los “Arboles
Inmortales”. La poesía y la pintura china antiguas están llenas de admiración
por los pinos. Si bien los pinos son a menudo la mejor elección, se pueden usar
muchos otros árboles o plantas.
2-Los
cipreses y los cedros reducen el calor y nutren la energía Yin.
3-Los
sauces ayudan
a eliminar los vientos malsanos, a liberar la humedad excesiva del cuerpo, a
reducir la alta tensión sanguínea y a fortalecer el aparato urinario y la
vejiga.
4-Los olmos tranquilizan la mente y fortalecen el estómago.
5-Los arces persiguen a los vientos malsanos y ayudan a
mitigar el dolor.
6-Las
acacias blancas ayudan a eliminar el calor interno y a equilibrar la
temperatura del corazón.
7-Las
higueras de Bengala limpian el corazón y ayudan a eliminar la humedad del cuerpo.
8-Los
canelos eliminan el frio del corazón y del abdomen.
9-Los
abetos ayudan
a eliminar cardenales, a reducir la hinchazón y a curar los huesos rotos más
rápido.
10-Los
espinos ayudan en la digestión, fortalecen los intestinos y reducen la
tensión sanguínea.
11-Los
abedules ayudan a eliminar el calor y la humedad del cuerpo y a
desintoxicarlo.
12-Los
ciruelos nutren el bazo, el estómago, el páncreas y tranquilizan la
mente.
13-Las
higueras eliminan el exceso de calor del cuerpo, aumentan la saliva,
nutren el bazo y ayudan a detener la diarrea.
14-Los
ginkgos ayudan a fortalecer la vejiga y alivian los problemas
urinarios de las mujeres.
Para establecer relación con un árbol
y estar en relación con él hay que mirarlo en silencio y
enseguida se advierte la energía sanadora que brota de él.
Intuitivamente sabrás qué hacer, puede que pongas tus manos en su corteza,
que le abraces o que apoyes tu espalda, con todos los centros energéticos de tu
columna vertebral, en su tronco y te llenes
de energía.
Utilizando las manos: A través de ellas podemos
realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y
captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y
salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o
fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.
Utilizando la espalda: Tanto las flores como
los árboles tienen una radiación energética compatible con la de las personas.
Esto quiere decir que podemos usar esa energía que las plantas nos brindan para energizar nuestro propio sistema energético, el cual está formado por el
campo áurico y los chakras principales y secundarios.
Es realmente sanador poder experimentar,
poder vivir con intensidad, esta bella unión con los árboles, sintiendo la de vitalidad y energía de la cual puedes
nutrirte recargándote de sanas vibraciones.
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