lunes, 9 de julio de 2018

Que es el Hara?


Hara literalmente significa: cultivo de la vida. Significa el centro de gravedad
Hara es el punto de equilibrio de nuestra vida  física, mental, emocional y espiritual.
Si tu  estas centrado, equilibrado y enfocado entonces estas en perfecto estado de conexión con tu Hara.

El  alma se conecta con el cuerpo en unos centros determinados, nuestra energía vital procede de esas conexiones.
El alma está íntimamente relacionada con esos centros la energía vital fluye hacia el cuerpo desde esos centros.
El buscador que no es consciente de esos centros nunca será capaz de percibir el alma.
Si nos preguntan cuál es el centro más importante, cuál es el sitio más importante de vuestro cuerpo, probablemente marcaras la cabeza o el corazón.
La educación del hombre está muy equivocada y ha hecho que la cabeza sea la parte más importante del cuerpo humano.
La cabeza o el cerebro no es el centro más importante de energía vital del hombre.
Es como preguntarle a una planta cuál es su parte más importante y vital.
Como las flores están en el extremo más visible de la planta, la planta y todo el mundo dirán que la parte más importante son las flores.
Aunque las flores aparenten  ser lo más importante  no lo son porque lo más importante son las raíces, aunque no sean visibles.
En la planta del hombre, la mente es la flor y no la raíz.
Las raíces van primero, las flores son lo último.
Si ignoramos las raíces, las flores se marchitarán porque no tienen vida propia. Si cuidamos las raíces, automáticamente estaremos cuidando las flores no necesitas hacer ningún esfuerzo especial para cuidarlas.
Cuando observas una planta parece que las flores son la parte más importante del mismo modo, parece que la mente es la parte más importante del hombre.
Pero la mente es lo último que se desarrolla en el cuerpo del hombre, primero la raíz.
Si le preguntamos a cualquier persona cuál es la parte más importante del cuerpo humano, inconscientemente su mano señalará la cabeza o el corazón. Ni la cabeza ni el corazón son las partes más importantes.
Las raíces del hombre no están ahí. ¿Qué quiero decir con las raíces del hombre? Del mismo modo que las plantas tienen raíces en la tierra de donde extraen su energía vital, los fluidos vitales, y viven a través de ellas, de un modo similar, en algún lugar del cuerpo humano hay raíces que extraen la energía vital del alma.
Gracias a esto, el cuerpo se mantiene vivo.
El día que esas raíces se debiliten, el cuerpo empezará a morirse.
Las raíces de las plantas están en la tierra, las raíces del cuerpo humano están en el alma.
Entonces, ¿dónde están las raíces del hombre? Quizá no seas consciente de este lugar.
Si desde hace miles de años ni siquiera se le presta atención a las cosas sencillas y corrientes, éstas se olvidan.
Un niño nace en el vientre de una madre y crece ahí. ¿A través de qué parte se conecta el niño con su madre? ¿A través de la cabeza o del corazón? No, se conecta a través del ombligo.
El niño puede disponer de la energía vital de la madre a través del ombligo el corazón y el cerebro se desarrollan más tarde.
El niño está conectado con el cuerpo de su madre a través del ombligo. Desde ese punto se extienden las raíces hacia el cuerpo de su madre e igualmente en la dirección contraria, hacia su propio cuerpo.
En cuanto centro vital, Hara es la fuente de la salud, la vitalidad personal y la resistencia.
 Cuando una persona actúa desde Hara, se mueve sin esfuerzo. Es llevada y sostenida por el poder infinito del Universo, es una con el Tao.
Todos los objetos físicos, incluidos nuestros cuerpos, tienen un centro de gravedad desde el cual logran el equilibrio.
Si el centro de gravedad está bajo, el objeto permanece firmemente asentado en cualquier superficie.
No se lo puede mover fácilmente.
Si el centro de gravedad está alto, el objeto se desequilibra y puede moverse o derribarse con facilidad.
Las cosas que tienen el peso arriba se caen fácilmente. Las cosas que lo tienen abajo no se caen.
En el cuerpo humano, el Hara ocupa la zona general situada entre el plexo solar y el hueso púbico.
A eso se debe que, tradicionalmente, los orientales dicen que la persona que tiene el hará fuerte tiene empujes, es decir valor.
Las personas que tienen desarrollado el Hara son valientes y tienen capacidad de aguante, de resistencia.
Tienen más estabilidad y mayor fuerza de realización y de afirmación.
Es la “forma verdadera” propia del hombre, ya que le permite servir en el mundo, sin miedo, y liberado del “yo”. Adopta una actitud natural y libre.
Le otorga una mayor receptividad a la transparencia, despertando en él una especie de conciencia que le lleva a establecer un contacto “transcendental” con el receptor, rindiendo homenaje al Ser Divino (por su manera de sentir, amar y de crear)
A este centro vital, se le conoce con el nombre japonés Hara, que significa literalmente “cultivo de la vida”. Significa el centro de gravedad.
Pero este centro de gravedad debe considerarse en un sentido mucho más amplio.
Hara es el punto de equilibrio de nuestra vida física, mental, emocional y espiritual.
Cuando se dice que alguien está centrado, equilibrado y enfocado, está en contacto con Hara.
En Oriente el significado de Hara es tan amplio, tan extenso, que sería erróneo sugerir que se puede resumir en una sola frase o un conjunto corto de frases.
El cultivo de y la comunión con Hara es una empresa de toda la vida para los japoneses.
Todas las artes marciales, todas las artes culturales (entre ellas la pintura y la música), todas las disciplinas espirituales y todas las transacciones de negocios se realizan, con mayor o menor éxito, desde el propio Hara.
Hara es el centro del YO es la raíz espiritual de la propia vida.
Así como las raíces de un árbol se hunden en la tierra para extraer el sustento, Hara es la raíz de la cual se extrae el poder y la conexión con la energía universal.
Hara es nuestro cordón umbilical.
La energía universal entra en nuestro ser a través del Hara.
En su maravilloso libro, “Hara: El centro vital del hombre”, Karlfried Graf Von Durckheim, señala que los seres humanos siempre estamos suspendidos entre los polos arquetípicos del cielo y la Tierra, el espacio y el tiempo. Estos polos nos atraen desde sus posiciones ventajosas:
El cielo nos impulsa hacia ideales superiores y la comunión última con el espíritu.
La Tierra nos atrae hacia el deseo de éxito, poder, riqueza y longevidad.
La dualidad Cielo y Tierra se representa en nuestra limitada existencia espacial-temporal en la Tierra.
Esta dualidad nos crea en el interior un abrumador conjunto de tensiones, cada una tirando hacia su dirección.
Con frecuencia cedemos ante uno u otro, abandonando la Tierra por el Cielo, o renunciando al Cielo por las avasalladoras tentaciones de la Tierra. ¿Dónde está el equilibrio y la integración?
La respuesta es:  Hara.
Hara es el modo de integración. Es el verdadero centro del ser, donde se armoniza la dualidad de la vida.
En nuestro centro espiritual, Hara hay paz y equilibrio.
Por lo tanto, el oriental cultiva una actitud que intenta que cada movimiento y acto proceda de su Hara.
El Reikista debe promover su vida desde el Hara, es decir cada acto, pensamiento, etc., debe proceder y moverse desde su Hara.
En cuanto al centro vital, el Hara es la fuente de salud, la vitalidad personal y la resistencia.
El Hara se lo considera un segundo cerebro, pero más pequeño.
Directamente detrás de la zona en que está situado, debajo del plexo solar en la columna, hay un haz de nervios que representa la mayor concentración de nervios que existe fuera del cerebro. Esta concentración de nervios es responsable de muchos de los moviéndose de la parte inferior del cuerpo.
La forma más efectiva de diagnosticar el estado del Hara es darte cuenta como respiras, es decir donde sostienes el aire una vez que lo inspiras, acaso llevas el aire inspirado a la parte inferior del cuerpo, o lo dejas en la parte superior del pecho?
Cuando se respira correctamente el aire debe dirigirse a la zona baja, así se nutre y se desarrolla el Hara, cuando el Hara se hace más fuerte, uno se siente más relajado.
En cambio las personas con una respiración superficial, es decir dejan el aire en la parte superior del pecho, son más nerviosas, emotivas, inseguras, etc.
La respiración superficial eleva el centro de gravedad hacia el pecho, donde entonces se estimulan las energías, perturbando todo el cuerpo energético.

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