La
vida siempre se mueve en ciclos, siempre habrá tiempos fáciles y tiempos
difíciles y, así las cosas mejoran con esos cambios: la marea siempre baja y,
después de la tempestad, viene la calma.
Necesitamos
mantener un equilibrio como lo mantiene el resto de la naturaleza.
Todos, tarde o temprano, llegaremos al momento del cambio.
Cambio en donde cada ser
alcanza una Evolución.
Para esa evolución el ser
humano necesita seguir una serie de leyes espirituales aquí en la Tierra para
que se establezca un equilibrio y las cosas mejoren.
Al mantener la conexión con
las leyes espirituales, experimentamos un sentimiento de Unidad y vivimos el
Amor, la Compasión y la Confianza.
LEYES BÁSICAS DE LA VIDA
Como
es arriba es abajo: ésta aplica el concepto de
universo fractal y la asimilación de que todo se repite en el cosmos.
La
creación que experimentamos es la que se replica de forma sistemática y fractal
en todo el universo.
Nuestro
mundo es solo una réplica a menor escala y tú mismo eres un pequeño universo
fractalizado.
Como
es dentro es afuera: Al igual que la anterior, la
direccionalidad es indiferente y la realidad se replica así misma
independientemente de la dirección que tome.
En
este caso concreto, es nuestro mundo interior el que se replicará en nuestro
entorno.
Según
eres, igual es tu vida. Lo que hay en tu interior contaminará todo aquello que
te rodea.
Ley
de la petición: Nosotros pedimos y el universo
escucha.
Si
necesitas ayuda, pídela pero debemos cuidarnos de actuar allí donde no se nos requiere.
A
nivel espiritual, la ayuda que se pide pasa por la aplicación correcta de
nuestra petición.
El sí o
el no han de desaparecer de nuestras peticiones y formular
esta petición de forma positiva y alejada de lo material.
No
debemos pedir “Quiero dinero” si no pedir lo que hará que lo consigas como un
empleo, por ejemplo, o la correcta consecución de un proyecto.
Ley
de la atracción: Tu vibración energética
provocará que atraigas o repelas aquello que llega a tu vida según tu estado.
Atraerás
todo aquello igual a ti y repelerás todo lo que no se asemeje a tu estado
actual.
La
aplicación beneficiosa de esta ley pasa por un necesario cambio de aptitud. Tu
atraerás a ti todo aquello que te sea afín.
Si
eres positivo, atraerás todo aquello que fluya en tu misma onda.
Si,
por el contrario, eres negativo y tu actitud es pesimista eso es lo que llegará
irremediablemente.
Ten
en cuenta que, una vez atraigas eso que sintoniza contigo, saldrá de tu vida
todo aquello que no te reporte lo mismo y se iguale a tu estado.
Ley
de la resistencia: Nosotros somos nuestro peor
obstáculo.
Si
te resistes, te condenarás a repetirlo.
Debes
aceptar lo que llega y dejarlo fluir.
Debemos
abrirnos y aceptarnos. Debes repetirte aquello que deseas de forma correcta
para que llegue a materializarse.
Evitar
la resistencia inconsciente a ser felices y ser plenos.
Ley
del reflejo: Todo lo que te rodea es un
reflejo de ti mismo. Cámbiate a ti mismo y cambiarás lo que te rodea.
Así
de sencillo.
No
debemos tratar de cambiar nada externo sin antes haber cambiado internamente.
Identifica
tu propio reflejo en tu entorno y cambia lo que no te guste en ti.
Ley
de la proyección: Nosotros proyectamos en nuestro
entorno lo que somos. Tanto lo bueno como lo malo.
Asumir
que somos parte del problema es el primer paso hacia la solución. Solemos
proyectar en otros los defectos que poseemos nosotros mismos. Identifica lo que
proyectas y sabrás cómo eres.
Ley
del apego: Debemos desapegarnos de todo
aquello que nos impide crecer.
El
apego a sentimientos, materia o personas impide que lo nuevo llegue a tu
vida. Sólo dejando los apegos comenzaremos a crecer y evolucionar. Nuestra
felicidad no depende de objetos, situaciones o personas.
Soltar
esta dependencia te hará libre.
LEYES DE LA CREACIÓN
Ley
de la atención: Focalizar tu atención en aquello
que deseas provocará que el universo conspire para que lo consigas.
Pon
tu atención de forma decidida y acertada y solo será cuestión de tiempo.
La
cantidad de atención que dediques a aquello que buscas será proporcional a la
cantidad que consigas de aquello que manifiestes.
Ley
del fluir: Nada es estático y todo fluye.
Ésta es la premisa básica. No debes reprimir tus sentimientos ni tus posesiones
más preciadas. Permite que fluyan y volverán a ti multiplicadas.
Fluye
con la vida. Permite que suceda algo y llegarás a lo que quieres. Deja que
fluyan tus emociones y tus sentimientos.
Éstos
son como el agua si se estanca, se pudre.
Debes
permitir que salgan y se manifiesten sin temor como un río, puro y fresco.
Ley
de la abundancia: Toma la abundancia como algo
innato en ti. Permite que esta llegue a ti y no sientas culpa.
Sé
agradecido y permite que la abundancia llene tu vida. Felicidad, amor, alegría,
éxito, prosperidad y generosidad fluirán en ti si no lo impides con falsos
méritos y creencias de culpa.
Mereces
la abundancia en tu vida y es hora que la disfrutes.
Ley
de la claridad: Si eres claro en lo que
quieres, no habrá ninguna traba para que lo consigas.
Cuanto
más concreto y más conciso es tu foco psíquico, más fácil será su concreción.
Conseguir
tus metas de forma rápida y concisa dependerá de tu claridad a la hora de
enfocarte.
Ley
de la intención: La intención es poderosa. Más
aún que tus creencias y tus deseos.
Tu
intención es concisa y concreta y, por lo tanto, rápidamente evaluada y asumida
por el universo.
Poner
una intención correcta en tus actos será suficiente para que éstos se concreten
y se manifiesten en consecuencia.
Esta
ley está sujeta al karma y las consecuencias de tus intenciones serán asumidas
y sumadas.
Ley
de la prosperidad: Eres un ser próspero por
defecto.
Ser
tierra fértil o yerma depende de tu enfoque mental.
Esta
ley implica un cambio sistemático en tu enfoque para ser aplicada en tu
beneficio. Piensa, habla y actúa como alguien próspero y veras crecer los
frutos.
La
apatía, el miedo y la pasividad juegan en tu contra. Siéntete capaz, potencia
tus virtudes y serás un ser próspero.
Ley
de la manifestación: Eres un ser espiritual y estás
en contacto permanente con el universo y éste trata por todos los medios de
darte aquello que le pides y se manifiesta para ti.
Enfoca
tus pensamientos hacia eso que deseas y se manifestará. Nosotros creamos
nuestra propia realidad y ésta toma forma a nuestra voluntad.
Puedes
hacerlo de forma consciente o inconsciente.
Tener
este conocimiento implica que podemos manipular nuestra realidad
conscientemente y amoldarla a nuestros deseos. Sólo debes querer.
Ley
del éxito: Se suele relacionar el éxito
con los bienes materiales pero esto no es éxito.
El
éxito es la total y sincera creencia en ti mismo. La confianza depositada en
tus propios actos determinara el éxito en la consecución de los mismos.
El
éxito en tu vida es proporcional a la confianza que deposites en ti para
lograrlo. Vivir de forma exitosa dependerá únicamente de la fe ciega puesta en
ti.
LEYES DE LA CONCIENCIA SUPERIOR
Ley
del equilibrio y la polaridad: Nuestra
existencia esta polarizada y nuestra misión es hallar el correcto equilibrio.
Si
nos alejamos de este centro y nos acercamos a los extremos, la vida nos
compensará con lo contrario.
Una
vida de riqueza concluirá con otra de pobreza; un verdugo se convertirá en
víctima como consecuencia.
Vivir
de forma equilibrada evitará que seamos absorbidos por la polaridad y tengamos
que compensar nuestra próxima existencia.
Ley
del karma: Toda acción tiene una
consecuencia o reacción.
Tener
presente esta máxima provocará que meditemos todas nuestras acciones y asumamos
sus frutos.
Todo
lo que das tarde o temprano lo recibes, sea de pensamiento o de acción. Todo lo
que hagamos será sumado.
Si
das amor, recibes amor pero si das odio no esperes otra cosa. Nuestros
pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos son bumerangs que una vez
lanzados volverán a ti irremediablemente y deberás purgar en tu próxima
existencia.
Ley
de la Reencarnación: Nada se destruye sino que se
transforma. Volveremos a encarnar hasta que somos nuestros propios maestros.
La
reencarnación está sujeta a la experimentación y el crecimiento espiritual.
Éste,
comúnmente queda inconcluso tras la muerte y damos un repaso a nuestra
existencia y nos quedamos para la próxima aquello que nos quedó por aprender y
por saldar.
Liquidar
estas dos cuentas hará que tu evolución espiritual quede completa y salgas de
esta rueda.
Ley
de la responsabilidad: Asumir
nuestra maestría es asumir nuestra responsabilidad. Ser responsables de ti
mismo y de tus propios actos es el primer paso para ser tu propio maestro.
El
universo nos da responsabilidades y nos permite manejarlas y comprobar nuestra
propia maestría.
Tener
personas a nuestro cargo, como hijos o enfermos, decidirá la medida en que tu
responsabilidad habla por ti.
El
conocimiento y el poder que contrae tu responsabilidad tras un uso correcto de
tu sabiduría en tus actos, empleadas en un beneficio común, serán premiadas y
conseguirás saldar importantes deudas kármicas.
Ley
del discernimiento: Aplica tu intuición en cada
cosa que realices. Toma tus decisiones y elije de forma consciente e intuitiva.
Tu
voz interior nunca te engaña guíate de ella y logra el éxito en aquello que
emprendes.
Evita
el juicio hacia otros. Aléjate de programas que coarten tu discernimiento,
racismo, sexismo o fanatismos, evitarán que tomes decisiones incorrectas y
discrimines sin oír a tu Yo interno.
Ley
de la afirmación: Afírmate constantemente en aquello
que te quieres transformar, en lo que quieres realizar y lo que quieres
cambiar. Asume ese rol y todo se trasformará para que lo consigas.
Solemos
afirmarnos de forma errónea constantemente.
No
creemos merecernos nada y nos afirmamos de forma negativa la mayor parte de las
veces de forma inconsciente.
Afírmate
en aquello que quieres ser para convertirte en aquello que buscas.
Ley
de la plegaria: Pide con Fe de forma concreta y
correcta y te será concedido.
Todos
nuestros pensamientos son en sí mismos plegarias.
Cuando
nos sentimos apenados o preocupados, emitimos una plegaria negativa.
Debemos
centrarnos y formular nuestras plegarias de forma positiva. Estamos en contacto
directo y permanente con la fuente.
El
universo nos escucha y toma nota.
El
resultado a tus plegarias llegara a ti si el resultado es correcto en tu
existencia o te ayuda de algún modo a crecer.
Ley
de la meditación: Al contrario que la plegaria
donde nosotros le hablamos a Dios, en la meditación somos nosotros los que le
escuchamos. Silenciar nuestra mente para que llegue a nosotros su conocimiento.
Busca el conocimiento a través de la meditación y éste te será dado. Medita
todas tus decisiones y llegará a ti la sabiduría que necesitas para crecer.
Esta meditación no requiere un ejercicio especial. Sólo calla y escucha- La
respuesta te llegará cuando ésta te sea realmente útil y precisa.
Ley
del desafío: Es la herramienta para la
evolución espiritual en la que el libre albedrío será nuestro canal. A lo largo
de nuestra existencia seremos constantemente desafiados y nuestro libre
albedrío nos hará solventar estos escollos. Ser tentados espiritualmente por
otros entes que nos rodean y nos desafían a realizar ciertos actos o repetirlos
de forma sistemática y constante dependerá de nuestra capacidad de estar
despiertos y atentos e identificar estos desafíos para salvarlos de forma
adecuada a través de nuestro poder de elección. Siempre serás sometido a estos
desafíos y tu capacidad de elección será la que, en último instante, haga que
concluyas con éxito.
LEYES
DE FRECUENCIA SUPERIOR
Ley
de frecuencia y vibración: Somos fuentes
de energía en constante vibración y en una determinada frecuencia. Todo en el
universo está vibrando a una determinada frecuencia y, dependiendo de ésta,
será más o menos densa su materia. Nuestro planeta es de por sí un orbe de baja
densidad, por ello, somos seres físicos. Nuestras emociones influirán en
nuestra vibración siendo el miedo la frecuencia más baja y el amor la más alta.
Todas las bajas vibraciones están relacionadas con sentimientos y pensamientos
negativos. Ellos harán que bajes tu frecuencia y, en consecuencia, tu universo
se amolde a este estado. Si, por el contrario, tus emociones son positivas eres
alegre, amable y empático elevarás tu frecuencia y vibración. Las frecuencias
están divididas en grados de densidad. Cuanto más elevada es la frecuencia
vibracional, menos denso será el cuerpo físico (esto se suele confundir con
dimensiones). Los distintos estados de densidad física están limitados por
nuestra capacidad de emitir vibraciones positivas siendo la más elevada el
contacto directo con la fuente o Dios.
Ley
de milagros: Los milagros son la
consecuencia de una existencia correcta. Hay unas pequeñas señales que permanentemente
te indican que estás en el camino correcto y la consecución es tu propia
divinidad. Nada es casualidad sino la causa de tu propio crecimiento
espiritual. Estate atento y lee las señales. Éstas están ahí para comunicarte
que lo estás haciendo de forma correcta. Esas corazonadas y esas coincidencias
serán la pauta. Según vayas viviendo en el amor incondicional y utilizando el
perdón de forma sincera, tu karma se verá aliviado y los milagros se irán
materializando.
Ley
de sanación: Somos nuestros propios sanadores.
Los pensamientos y los sentimientos negativos provocarán tu enfermedad.
Transmútalos y logra tu propia sanación. Enquistar tus sentimientos
oscurecerá el ser de luz que eres. Somos energía y esa energía es luz (la suma
de todos los espectros), sonido (vibración) y color (cada color está asociado a
una emoción).
Variar
cualquiera de estos factores o potenciar un sobre otros nos provocarán
enfermedad y sólo equilibrándonos sanaremos.
Ley de purificación: Somos seres puros en esencia.
La negatividad y los malos
sentimientos empañan y ensombrecen este estado. Purificarnos pasa por limpiarnos
de toda esa capa negativa que vamos acumulando con la sucesión de experiencias
y dramas que inundan nuestras vidas.
Purifica
no solo tu cuerpo y tu mente también purifica tu entorno.
Evita
las influencias negativas que emiten aquellos que están en tu entorno o los que
te llegan a través de distintos medios. Todo ello irá dejando un peso en tu
inconsciente que, finalmente, se reflejará en tu vida.
Ley
de perspectiva: Nuestra perspectiva tendrá la
capacidad de nuestro entorno. El ejemplo más claro es el tiempo.
Según
nuestro estado de ánimo y nuestra perspectiva éste transcurrirá más lento o más
rápido. Si estamos en una situación de hastío, los minutos nos parecerán horas
y, si estamos cómodos y alegres, las horas parecerán minutos. Incluso, en
situaciones de estrés extremo o pánico, el tiempo parecerá congelarse. Todo esto
es sólo un punto de vista.
Lo
bonito o feo, lo bueno y lo malo no existen es sólo nuestra perspectiva la que
otorga las etiquetas a las cosas.
Todo
será según lo que tu propio punto de vista cree que es.
Ley
de gratitud: Se agradecido. Cuando la
abundancia y el éxito lleguen a ti, evita que te transforme. Da las gracias por
lo que recibes y permite que esa energía siga su camino. Permitir que todo
fluya de manera adecuada y agradecer todo lo que llega a nuestras vidas porque,
sea para bien o para mal, deberás sacar una enseñanza de esa experiencia.
Luego, sé agradecido con todo aquello que te toca. No eres lo que tienes sino
lo que necesitas para tu crecimiento.
Ley
de bendiciones: Con nuestra bendición emitimos
nuestra energía positiva hacia aquéllos que nos necesitan.
No
precisamos un ritual o una oración concreta. Sólo nuestra presencia, nuestro
apoyo y enfocar nuestros pensamientos positivos hacia esa persona que nos
necesita.
Bendecimos
con nuestro amor incondicional a aquellos que nos piden ayuda y les otorgamos
la posibilidad de transformarse con esa energía emanada de nosotros.
Ley
de decreto: El poder del verbo.
Todo
aquello que decretamos queda concretado. Debemos cuidar lo que decimos ya que
el universo hará lo posible por traérnoslo. Él no conoce la ironía ni el doble
sentido así que mucho cuidado con lo que decimos.
Al
decretar firmamos un contrato con el universo. El verbo es vibración y todo en
el universo vibra. Esa vibración es recibida y reflejada en tu mundo. Decretar
es la plegaria más rápida y directa. Su consecuencia es a veces casi
instantánea y no serán pocas las veces que dirás “si antes hablo antes sucede”
en realidad eso es así porque lo has pedido.
Ley
de Fe: La fe se atribuye erróneamente
al fervor religioso. La fe es un sentimiento puro emitido desde nuestro corazón
y una firmeza en algo que sabes desde lo más profundo que es así. La fe en su
pureza trasciende cualquier otro sentimiento.
No
es posesiva y se emite de forma universal, en plena comunicación con el cosmos.
La
fe en uno mismo es la pieza fundamental de todo éxito. La confianza ciega en tu
capacidad y tu talento convierte la fe en un aliado poderoso luchando a nuestro
favor.
Ley
de gracia: Es la consecución del alivio Kármico.
Una vez que hemos evolucionado lo suficiente espiritualmente, la gracia llega a
nosotros y los elementos insólitos y milagrosos se sucederán en tu entorno
para celebrar tu graduación existencial. Te has convertido en tu propio
maestro. El conocimiento y la sabiduría te son otorgados y la misericordia obra
a través de tus actos. Has entendido el juego y juegas de forma consciente.
La
ley del Uno: Todos somos uno. No puedes
aplicar ninguna de las leyes anteriores sin entender que todos sin exclusión
tenemos un mismo origen y manamos de la misma fuente. Somos una misma cosa y
partimos de una misma conciencia. Dios es todo y todos somos Dios. Es la máxima
que deberás aplicar. Deberás entender que no fuimos creados por Él sino que
formamos parte y vivimos en Él.
Dios
no es algo externo a nosotros ni se encuentra en un templo.
Todo
es Dios, por lo tanto, allí donde estés estarás con él. Somos parte del
Universo y es por eso que somos gobernados por leyes como el resto de todas las
cosas: como es arriba es abajo.