La Rueda Medicinal es una herramienta de transformación
energética, con vestigios de más de 4,500 años, usada para armonizar el mundo
externo con el interno de una persona o pueblo.
El origen de
la Rueda Medicinal o también conocida como Medicine Wheel se remonta a civilizaciones tan
antiguas como los celtas, los Wiccas, los Paganos, los nativos Americanos como
los Anazasis o los Mayas.
Siendo estos últimos quienes desarrollaron dos
calendarios, uno cívico y otro religioso, este último conocido como Tzolkin o
Rueda de Sabiduría Maya.
Este Tzolkin era también un sistema holográfico de la
creación, tanto del universo como del ser humano y su desarrollo personal.
Utilizado como Rueda Medicinal, según los Mayas nos permitía
recordar claves para la Iluminación de la Conciencia, mediante la detección de
bloqueos, desarmonías y su consecuente equilibrio, facilitándonos la expansión
de nuestra conciencia para convertirnos en Seres de mayor capacidad y soberanía
sobre nuestras vidas, alcanzando los objetivos que nos tracemos y superando las
dificultades que ello implica.
Como podemos ver, el significado que se le atribuía a la
Rueda Medicinal desde estos tiempos era profundo, místico y sagrado.
En ella convergen las cuatro direcciones cardinales en un
centro que se conecta con el mundo de los cielos y el mundo de la tierra, y en
cada una de las direcciones se reconoce el poder de algún elemento y/o animal
arquetípico que puede asistir a aquella armonía.
La Rueda Medicinal nos
permite comprender los ciclos de la vida.
Es un círculo espiritual sagrado que reside en el interior del ser y se
expande hacia el exterior.
Es nacimiento, muerte y renacer.
Es un mándala de Sanación que nos purifica tanto al interior
como al exterior, eleva nuestra alma y recarga nuestro espíritu.
Comprende nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestro
espíritu y nuestro corazón.
Es un círculo mágico que abarca toda nuestra vida.
Los puntos cardinales también se
asocian con los cuatro elementos (Agua, Fuego, Aire y Tierra), así como con
diversos colores, plantas y animales.
Cada punto tiene su propio poder y
representa un aspecto determinado de nosotros mismos.
A continuación se muestra con qué
elementos y cualidades espirituales se asocian los cuatro puntos cardinales.
SUR los sentimientos.
En esta dirección logras soltar tu historia
personal como una serpiente desecha su vieja y destartalada piel, toda de una
vez.
Así, dejas de ser la víctima de tu pasado y
conoces a tu ser esencial con el cual puedes caminar livianamente por el mundo.
Para esto utilizamos el Proceso de
Iluminación, el cual borra las impresiones de traumas que tienes en tu
"cuerpo de luz".
Con esta práctica tienes la oportunidad de
vivir en estados de consciencia antes reservados solo para grandes maestros.
OESTE la transformación.
En esta dirección elevas a tus ancestros al
altar y recibes aquellos dones que su ser más luminoso sí hubiera querido
entregarte.
Guiado por el espíritu del Jaguar te liberas
de aquellas vidas pasadas que te mantienen en victimario, víctima, o
rescatador.
Así puedes relacionarte sin drama con tus
seres queridos y tu entorno.
Aprendes a reconocer las energías ajenas a tu
ser esencial como el miedo, la pena, la soberbia, o la ira, que te amarran a
situaciones tóxicas.
Además, aprendes a reconocer y limpiar
energías intrusas de variadas índoles mediante el proceso de
"Extracción" y luego a borrar las afinidades que atrajeron esas
energías.
NORTE la sabiduría.
Descubrirás la herida psíquica original que
informa tu destino y los contratos que ha realizado tu alma, incluso antes de
nacer y que no te permiten vivir en
armonía.
Aquí aprendes a reescribir estos contratos,
conectarte con tu animal de poder, y recuperar los fragmentos perdidos de tu
alma que te llevan a un estado de Gracia.
ESTE la libertad
Aprendes el camino al “más allá” descrito por
las grandes tradiciones espirituales, liberándote así de una muerte inoportuna,
y adquieres las herramientas para poder asistir a un ser amado o cliente en su
transición final. Puedes ver que toda tu realidad es la proyección de tu
psiquis y aprendes que con tu intención y energía puedes crear un 'mundo mejor.
Aprendes a 'soñar el mundo que quieres. En
cada una de las direcciones se presenta la sabiduría milenaria que inspira a
cada una de las técnicas practicadas y además se te entregan las transmisiones
energéticas que apoyan tu evolución como ser humano libre y consciente.
El
centro de la Rueda de la Medicina simboliza la Madre Tierra y el Gran Círculo
periférico, simboliza el Gran Espíritu Creador.
Como
este espacio es sagrado, tus cantos y oraciones deben purificar lo que te
rodea, así mismo puedes hacer un llamado de nuestros hermanos animales, a los
Espíritus de la Naturaleza, a los Espíritus de Luz y conectarte a través de
ellos a la multidimensionalidad de tu ser.
Si por
alguna razón no fuera posible realizar un Mándala de Sanación en un espacio
libre, puedes crearlo en tu propio espacio con pequeñas piedras a modo de un
jardín zen, te servirá para meditar y relajarte, recuerda que lo más lo
importante es la Intención con
que uno se conecta con el Universo desde lo más pequeño a lo más grande.
Se invoca al
Sur, oeste, norte, este, abajo, arriba y al centro, de la forma como se mueven
las manecillas del reloj, para crear mi círculo.
Se invoca a ancestros, guías, Ser
Superior, ángeles, elementales, animales de poder.
Cada dirección tiene su propósito, su personalidad, su
elemento y su don.
Fuente: Comunidad virtual de la Gran hermandad Blanca
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