El dolor y la enfermedad
son formas de lenguaje que nuestro cuerpo usa para avisarnos que necesitamos
hacer una revisión de nuestra vida y corregir algo.
Aunque el cuerpo utiliza como voz la enfermedad o
el dolor físico, el aviso es cambiar ya sea una actitud, un patrón mental ó una
emoción mal controlada que puede tener su origen en la forma en la que nos
desarrollamos en el medio profesional, laboral o hasta en nuestras relaciones familiares.
CEREBRO
Los
problemas de mi cerebro me indican que tengo tendencia a querer comprender con
mi cabeza y mi lado racional todas las situaciones que vivo.
Dejo
de lado mis emociones con las cuales temo entrar en contacto intentando
Convencerme
que no sirven de nada o que pueden ser más nocivas que útiles.
Adquirí
una gran rigidez en cuanto a mi modo de pensar y quiero absolutamente tener
razón!
Es
pues difícil para mí cambiar de opinión y admitir que puedo haberme equivocado.
Por
lo tanto tengo ventaja en poner de lado mi aspecto demasiado “adulto”, serio y
racional y a recobrar mi lado “niño” que ama reír, disfrutar y que irradia por
su ingenuidad y su deseo de aprender.
TUMOR
DEL CEREBRO
El
tumor es una proliferación excesiva de las células anormales en el cerebro.
El
tumor está conectado con emociones reprimidas, pesares profundos, sufrimientos
del pasado.
En
el cerebro, el tumor primitivo que se
desarrolla a partir de células del cerebro significa que mi central del tratamiento
de las informaciones registra aún ciertas ideas, creencias o esquemas mentales
que ya no tienen su razón de ser!
El
tumor resulta de un golpe emocional y violento vinculado a una situación o una
persona a quien amé mucho o a algo que me hizo sufrir mucho o frente a la cual
mantengo aún hoy odio, rencor, miedos, cólera y frustraciones.
Si
mi tumor se sitúa en la parte superior del cerebro, en medio o en la hipófisis,
es frecuentemente debido a un impacto emocional o bien porque tengo miedo por
mi espiritualidad, mi intuición, etc.
Soy
testarudo y rechazo cambiar mi modo de ver aquí y ahora, aceptar mi vida y todo
lo que la acompaña.
Soy
rígido y fijado en mis pensamientos, interiormente estoy confuso. Transporto
energía mental que ya no corresponde a mis necesidades más profundas y que es
lo opuesto de mis deseos divinos.
Mi
cuerpo reacciona fuertemente y brota entonces una producción fuera de control
de ciertas células del cerebro.
Es
un estado crítico y peligroso y debo transformar mi actitud cerrada en una
apertura de corazón si quiero parar este tumor.
A
partir de ahora, acepto ver la vida de un modo más abierto y flexible.
Está
en constante transformación y evoluciona siempre hacía lo mejor.
Mi
confianza personal me permitirá alcanzar este objetivo
BLOQUEO
EMOCIONAL: Todo problema en el cerebro es una indicación de un problema en el nivel
del YO SOY.
La
persona afectada a nivel cerebral está recibiendo un mensaje muy importante,
puesto que el cerebro es el órgano mas importante del cuerpo humano, el mejor protegido,
con una cubierta ósea que lo resguarda de danos directos.
Todos
debemos hacer lo mismo con nuestro YO SOY, es decir, protegerlo también de
cualquier daño.
La
persona que no lo hace olvida su individualidad y se deja convencer tratando de
convertirse en lo que los demás esperan de ella.
Entonces
se siente infeliz porque no sabe quién es verdaderamente.
BLOQUEO
MENTAL: Es evidente que si recibes un mensaje tan importante de tu cuerpo es
que hay una urgencia de que tomes más consciencia de que tu manera de pensar
con respecto a ti mismo no concuerda con lo que eres y con lo que quisieras
ser.
Si tu
cerebro es el órgano que dirige al resto de tu cuerpo, tu YO SOY debe dominar
tu vida.
Ha
llegado el momento de que vuelvas a contactar con lo que verdaderamente eres y
que construyas tu vida en consecuencia.
Quizá
hubo un tiempo en el que no sufrías mucho por no ser tu mismo, pero ahora tu
cuerpo te dice que esto no es bueno para ti.
BLOQUEO ESPIRITUAL: Para
conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad
importante de tu SER, debes sanar desde adentro conectándote con lo que realmente
eres. “Me Acepto y Me Apruebo”
Fuente: el Gran Diccionario de
las dolencias de Jacques Martel