Muchas cosas en la vida personal y profesional son iguales al
bambú japonés.
Trabajas, inviertes tiempo, esfuerzo, haces
todo lo que puedes para nutrir tu conocimiento y algunas veces no se ve nada
durante semanas, meses o años.
Pero si
tienes paciencia para continuar trabajando, persistiendo y alimentando, tu año llegará, y con él vendrá un crecimiento y cambios que tu jamás
esperabas…
El bambú japonés nos enseña que no debemos
fácilmente desistir de nuestros proyectos y de nuestros sueños.
En nuestro trabajo o misión, especialmente, que
es un proyecto fabuloso que envuelve cambios de comportamiento, de pensamiento,
de cultura y de sensibilización, debemos siempre acordarnos del bambú japonés para no desistir fácilmente delante de las dificultades que surgirán.
Trata de cultivar siempre dos buenos hábitos en
tu vida: la persistencia y la paciencia, pues mereces alcanzar todos tus sueños.
Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que
esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que
provienen de la ansiedad, del estrés…
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…quizá solo estés
echando raíces….
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