La sabiduría del Bambú es saber doblarse sin romperse y sacudirse cuando la tierra tiembla.
El bambú se prepara para triunfar y en su camino hacia lo más alto se vuelve poderoso.
Si la desgracia cae sobre él y alguien lo corta de manera indiscriminada, este árbol renace y llega de nuevo a la cumbre; incluso 'empezando de cero'.
Nos convendría prepararnos para ser tan fuertes como esta milenaria caña.
El bambú es un reflejo de muchas cosas: fortaleza, vitalidad, paciencia, constancia, perseverancia y, sobre todo, grandeza.
Además, es una valiosa planta que nos enseña a esperar el tiempo preciso.
Hagamos como el bambú que, después de sembrar sus bases, se convierte en una caña poderosa, de más treinta y dos metros, a la que se puede cortar una y otra vez y al final siempre sigue en lo más alto.
Si las desgracias nos azotan, seamos fuertes para seguir creciendo a pesar de ellas.
Sepamos reforzar las raíces, no solo de nuestros proyectos, sino también de nuestros principios, habilidades y pensamientos.
cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés.
Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá solo estés echando raíces...
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